Graciela
Eran poco más de la 1 de la madrugada y en aquel viejo antro de La Habana sonaban una y otra vez las canciones de Compay, como si de un vinilo rayado se tratase cada noche en aquella tasca parecía repetirse la misma escena. Y allí estaba Graciela, cuyos ojos negros se tornaban vidriosos al … Leer más