De tantísimas cosas acurrucada en mi almohada, mientras escuchas mi ténue voz, algo desgastada ya de tantas desdichas, te contaría a tí, amiga soledad que siempre escuchas todo lo que incluso no digo, atí que me acompañas cada noche en donde sueño más despierto que dormido.
Te contaría quizás que el veneno volvió a rozar mi corazón, aquel por el que tantas letras vomité, y aquel por el que no desee jamás despertar, solo fué un rasguño, pero quizás me hizo entender de que el abismo está más cerca de lo que uno piensa.
Te hablaría de que me decepcionaste con tus gestos, tus miradas y tus falsas palabras, supiste lanzar al olvido tantísimos regazos simplemente esquivando mis ojos, los tuyos miraban hacia otro lado, quizás buscando otro destino distinto ya marcado, la parada amistad quizás incluso se te quedó grande y fuí un bache en el camino… quizás.
Te contaría que volví a sentir como un corazón quería estremecerse de locura hacia mis ojos, o quizás también tendría que contarte que nuestra amistad profunda volvió a encontrarse y a fundirse en un abrazo sincero…
De madrugada, con la luz aún encendida, tan rodeado de gente en mi mente, y solitario en la noche una pregunta se lanza al vacío de la noche…¿y tú que piensas de todo esto?, yo sólamente sonrío…y duermo.