No hay un camino concreto ni estipulado para el éxito, pero si existen unas pautas para la felicidad personal.
En esa felicidad personal, es muy probable que se encuentre el éxito, y no hablo de dinero o reputación, hablo de la satisfacción de hacer lo que a uno le gusta, y porqué no, poder vivir de ello el resto de su vida.
Ese camino, tiene una dosis de espiritualidad, de sacrificio y de mentalidad. Es un camino interior, que debes recorrer en solitario, día a día, superando metas y obstáculos, buscando la mejor versión de ti mismo con el objetivo de ser cada día mejor. Lucha porque cada día de tus días merezcan la pena.
Y habrá días malos, malísimos, porque la vida no es sencilla, ni los caminos fáciles llevan a cosas fantásticas, pero en esa mentalidad que hablo está la diferencia, saber levantarse de los golpes y las decepciones, poder aprender tras el enésimo fracaso.
Tendrás que hacer sacrificios, trabajar por lo que crees, buscar aquello en lo que no querrías jubilarte nunca e ir a por ello como si no hubiese otra cosa, rechaza lo demás por apetitoso que te parezca. Tener un trabajo o un sueldo seguro está muy bien, pero mejor está ser dueño de tu propia empresa, invierte en tí, pelea y pelea, trabaja mientras los demás se divierten, trabaja mientras los demás duermen…
Te perderás cosas, pero te puedo asegurar, que lo que te espera durante este camino no tiene techo, ni límites.
Y no te obsesiones con llegar cuanto antes al final del camino, disfruta del paisaje, enamórate de los contrastes del trayecto, porque al fin y al cabo, todo este camino, todo este tránsito y esta senda interior, no es más que la vida misma.
Tú decides como vivirla…