El pasado

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El pasado, aquel pasajero que nos acecha con una pistola en el asiento trasero mientras conducimos sin querer mirar atrás, pero con la angustia de saber que cada movimiento en falso puede ser el último. Así de escalofriante y certero.

Siempre hemos escuchado aquello de vive tu momento, tu vida como si fuese el último momento, pero todos sabemos que es una verdad a medias, que no podemos controlarlo todo y que hay cosas que se nos escapan o actuaremos ante determinadas situaciones en función del pasado. Somos cómo aquel perro de Paulov, puesto en un frío laboratorio en el que el «ensayo/error» es lo que prevalece, en función de las experiencias buenas o malas del pasado, así tomaremos las del presente y por consiguiente las del futuro.

Las experiencias negativas no tienen porqué ser un hecho traumático (aunque realmente lo sean). Debemos saber que para saber elegir un camino, para saber que estamos por el correcto, antes tendremos que haber pisado el malo, o haberlo conocido, con el «ensayo/error» es cuando aprendemos a ser más fuertes a levantarnos después de cada golpe y a evitar que no vuelvan a ocurrir los errores anteriores.

En nosotros está dar y ejecutar los movimientos precisos. Debemos aceptar el pasado como algo que va en nuestras vidas, pero no hacerlo una carga, debemos de tener claro de dónde venimos, pero más claro aún hacia donde vamos, o hacia donde queremos ir o llegar. Aferrarnos al pasado sólo hace aflorar los miedos, es volver a retroceder a la situación anterior y volver a coger el mismo camino, a veces algunas personas prefieren un camino pasado, porque es un camino que conocen y por el que saben que aunque no les dé la felicidad, prefieren la seguridad de esos senderos a la incómoda sensación de estar en otros nuevos.

A veces la vida, te pone ante situaciones del pasado, hay gente que no sabe pasar página y se quedan anclados en aquellos momentos, en aquellas vivencias y no son capaces de pasar página, por miedo a verse solos, el miedo a lo desconocido, de nuevo el escoger el camino fácil a lo inesperado, desconociendo que quizás que cuando una puerta se cierra una ventana se abre. Reconoce tus errores cuando los hayas cometido, pero nunca dejes de avanzar, aparta de tu vida lo que te produce malestar o malas sensaciones, no temas en quemar fotos o tirar cosas de antiguas parejas, quédate simplemente con que hubo una parte buena, pero también hubo una mala de la que no debes guardar rencor, simplemente olvidar y aprender de esos errores. Que nadie que no está dentro de tu verdadera vida se sienta con el derecho de reprocharte nada, tú decidiste que no formaran parte de tu vida así que lo que diga es como la lluvia que cae.

No tomes a pies juntillas la frase de «cualquier tiempo pasado fué mejor», fué distinto al que estás viviendo, y el que estás viviendo ahora sólamente en el futuro, cuando ya sea pasado podrás valorarlo, ahora lo estás viviendo y no eres lo suficientemente consciente de los cambios que está llevando, si son buenos o son malos por tanto no te agobies. Tampoco veas el pasado como algo negativo, aunque tenga sus cosas malas, te ha llevado a lo que eres hoy en día y si no te gusta lo que eres siempre tienes tiempo, sé creativo y toma las riendas de tu vida, toma la iniciativa y haz por cambiar lo que no te guste, no vivas con el «y si…» lo imposible sólo está en tu cabeza.

Hay fantasmas del pasado que llegan a tu puerta en el mejor momento de tu vida, aprende a diferenciar una disculpa, un perdón a una persona tóxica. Las personas tóxicas conseguirán si se lo proponen y tú les dejas que todo lo bueno que has conseguido lo eches por la borda, y que vuelvas a naufragar, porque los egoístas prefieren que se ahoguen todos a que se salve alguien, no permitas que el agua entre donde tanto trabajo te costó construir, la vida es cuestión de oportunidades, ellos tendrán la suya, y tu las tuyas, pero las cartas de ambos se agotaron hace tiempo. Nadie se muere por nadie.

Así que deja de mirar con miedo el espejo retrovisor, y mira hacia delante, donde tienes la carretera, mil caminos que recorrer, mil experiencias que vivir y mil destinos a los que explorar.

Saludos impertinentes!

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