España es una tragedia, y así de sopetón puede parecer algo demasiado fuerte, o un estado de cabreo permanente conmigo mismo, pero lejos de todo lo contrario es fruto de una reflexión profunda y sincera.
España es una constante oportunidad perdida, quizá desde el concilio de Trento, la edad de oro o la revolución francesa, pero leyendo nuestro pasado te das cuenta que la maldición histórica está ahí, la oportunidad de haber sido y no ser teniendo todos los métodos a nuestro alcance.
Hoy en día, como dijo Pérez Reverte España tiene demasiados mecanismos de anestesia, y el problema de España es España nada más, nuestro carácter, nuestra actitud, a veces veo que nuestro destino es aquel de Nicolas Cage en Leaving Las Vegas, irnos allí a morir bebiendo. Un barco a la deriva en el que lo más importante es la lucha contraria, contra nosotros (Madrid o Barsa, Sevilla o Betis, Gibraltar, Cataluña, País Vasco, Toros, PP-Psoe…).
Vivimos en una sociedad en la que utilizamos métodos arcaicos, nuestros abuelos apenas tenían oportunidad de estudiar, y se dedicaron a trabajar, nuestros padres algunos más que otros podían estudiar o trabajar. Hace apenas 10 años, un adolescente que no quería estudiar se iba a trabajar, de lo que fuese y encontraba un trabajo. El que quería estudiar terminaba su carrera y tenía un trabajo. Hoy en día trabajar en un Mercadona es lo máximo para un adolescente. Vivimos en un mundo dónde vemos que terminamos nuestros estudios y no hay trabajo, y el que quiere trabajar de lo que sea tampoco tiene, y eso crea una enorme frustración, y lo único que nos queda es hechar la culpa a políticos de que no nos arreglen esta guisa, ojo que muchísima culpa tienen, pero no su totalidad y me explico…
Quizás no entendemos que ahora las reglas están cambiando, que ahora el estudiar no equivale a trabajar, pero seguimos utilizando las mismas piezas que hace 20 años para el 2013 y es algo que no conseguimos entender. Tenemos a nuestra disposición internet, que es la mayor fuente de información que jamás hayamos podido pensar y no sirve para nada. Pensamos en utilizar Facebook o Twitter, pero ignoramos que allí incluso podemos encontrar la forma de hacernos ricos. En internet puedes ver y hacer de todo, desde aprender como se levanta un muro, ponerte el nudo de una corbata, aprender un idioma, o reparar una lavadora. Es información que antes no se tenía y es algo que no valoramos en absoluto. Poner una foto de Rajoy y comentarlo en Facebook, te enojarás pero más abajo verás un video de un tío que se cae de una moto y lo compartirás con tus amigos y te olvidarás de la indignación anterior.
Y todo esto los gobiernos lo saben, lo ven, porque si lo veo yo lo ven ellos y por eso siguen jugando con el pueblo, la crisis quizá la merezcamos porque no haya habido nunca un sistema duro y no me refiero a una represión franquista, sino a hacer las cosas por su nombre. Si un hombre mata a 3 niñas y luego sale libre en pocos años ¿qué ejemplo le podemos dar a los asesinos? ¿Qué ejemplo le puede dar la justicia a los políticos que ven que si roba el de al lado y el otro noi pisarán la cárcel? Si roba el yerno del Rey y este lo encubre ¿qué podemos esperar de este país?. La crisis no es en tal una crisis, es una mentira, es una olla de dinero en el que han ido cogiendo políticos, banqueros, empresarios, especuladores e incluso nosotros mismos y cuando se ha acabado de vaciar la olla todos a echarse la culpa los unos a los otros.
Aquí los culpables somos todos, tanto el que mete la mano como el que consiente con su pasotismo que aquello ocurra, aquí lo que hacemos es cambiarnos la foto de whatsapp por un lazo rosa por el cáncer de mama, pero seguiréis votando a el gobierno que recorta en sanidad.
España es una oportunidad perdida con patas, que deambula sin rumbo y es el hazmereír del resto, el español tiene que marcharse a otros países para que allí le den las ostias que en su país no le han dado, los españoles no miran más allá de su ombligo y lo que funciona así no se le puede pedir más. Gente adormilada, anestesiada, que esperan que pase la crisis para seguir viviendo igual que antes, para comprarse un coche e irse al Caribe.