Espectros entre luces

espectros entre luces
Caminaba con paso decidido por la senda del desamor, muchos veranos de filtreos habían visto sus labios y su cuerpo, agotado de ver que su musa ya no es virgen, que se convierte en la virgen de la luna, la de palabra impura, la de mentiras y de roces.
Harto de estrellar whiskys contra la pared, de besos sin razón, de lunas más negras que el carbón, deshojando las hojas del cuaderno…de cuando era poeta, de cuando estuvo loco como le dicen en el barrio…tirando y rompiendo poesía, dedicándosela esta vez al aire…al suelo…a su perfecta conexión con el viento…Las lágrimas estaban secas, ya no mojaban, dolían.
El corazón se hacía más pequeño, el viento ahogaba su angustia…había ya demasiadas marcas ajenas a su piel, demasiados perfumes extraños, revolcones de tres al cuarto de una yegua sin freno, desgastada de la vida…quizás tuviere las puertas abiertas…si se cansaba de andar por el suelo, quiso borrar aquella noche amarga el querer, con los pelos de su pincel…tardaría mas, dolería más…que más da, el suave manto de sus pelos no volvería a acariciarle la piel, gritaba en silencio…cuando odiar era su único sentimiento, dormía abrazado al anhelo de sus ojos…deseando no verla…deseando que vuelva.
Los primeros pájaros del alba sonaban…la luz se colaba traviesa por su persiana, el alcohol su única compañera de fatiga había dado sus últimos coletazos…abatido. Sin saber ni qué pensar, maldiciendo una y otra vez los contoneos de aquel cuerpo bajo el humo y las luces…aquel cuerpo que desapareció sin más, rompiéndole el alma…una amarga tarde de verano.
Valgame virgencita…ser puta y bendita se hizo para tí.

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