Estiércol en ‘LA’ sostenido

Como un sueño de papel, como una escalinata demasiada inclinada, ni una simple red al fondo del abismo, de la muerte… para qué, quizás ya anduvo moribundo demasiado tiempo entre estúpidos versos demasiado tiempo, naufragó entre el estiércol de tantas promesas que por eso volvió a recordar quien fué…y quien no quería ser.

No quería ser aquel mezquino que se tragase tantísimos abrazos falsos, ni aquel que dejó de lado su corazón por entregarlo al vacío, a la más absoluta ciénaga donde solo esperaban voraces los traidores, sangre…y bien fresca es lo que necesitaban tantísimos parásitos para que sus torpes vidas cobrasen sentido, aquellos que alguna vez creyeron sentarse en lo más alto del horizonte, pero en un trono de fango, tan escurridizo como sus mentiras, tan asqueroso como las tantísimas letras que pronunciaron en nuestro nombre y no sintieron…ni una triste vocal.

Porqué perder más los tiempos que nos tocan en momentos tan grises, y porqué no caminar y tronar ante la inmensidad del atlántico cualquier noche de verano las mas criminales de las melodías, al son de nuestro fusíl de madera, para batir con nuestra garganta ya quebrada todas las escopetas que nos disparan al alma, a bocajarro y sin razón…pero con toda la envidia del mundo, aquellos acordes que son los que hacen que la vida tome sentido, y son en ellos en los que te sueño, en los que te veo alzandote inmensa ante las mentiras, ante las envidias, ante los cien mil cobardes que nos rodean, ante los que prefirieron callar y lavar sus manos antes que ver a un poeta de manos vacías sentir la profundidad y la frialdad de la metralla de sus palabras en su cuerpo…

Tarde, o temprano quizás notó que llegó el momento soñado, y si alguna vez los fantasmas y los necios tuvieron hueco en mis letras es porque había comprendido, que infinitamente más por encima de todo aquel estercolero, había una bruma, una melodía que le envenenaba el alma y le invitaba de nuevo a quebrar su garganta…y 4 o 5 corazones que sonreían.

«¡Válgame, compañera!, sobran ratoneras para tus rincones,
se desdicen los que dicen que su musa ya no es virgen,
que es la Virgen de la Luna, la de la palabra impura,
la más puta, la que pide cuatro capas de pintura
cuando no puede dormirse.»
(Marea – Vírgen del fracaso)

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