Hoy cojo tu mano y apretándola fuerte te miro a los ojos, quiero mostrarte algo —te digo mientras aprieto aún más con voz firme—; Me han dicho que no encuentras tu estrella y a mí me sobran planetas enteros que regalarte, las mañanas de Septiembre recorriendo los lunares de tu cuerpo cual si fueran constelaciones a veces pueden distraerte de tu verdadero cometido, lo sé, pero hoy no quiero que te distraigas y abras bien los ojos a lo que tengo que mostrarte.
No vengo a entregarte el corazón porque encontraste la clave secreta hace muchísimo tiempo y a hurtadillas en el silencio de la noche danzas al son de aquel incesante ritmo de mi respiración, aquella respiración que te empuja sin darte cuenta a sacar la mejor versión de ti, a ser quien tú antes ni imaginabas, sin alas para volar… no te hacen falta porque entre mi corazón y el suelo hay un millón de escaleras de colores en forma de ilusión, jamás puedes caerte, jamás puedes dudar… yo no lo hago, nunca lo hice.
La estrella que buscas está en ti misma, yo puedo mostrarte todo el paisaje que anhelas, todas las ganas infinitas por dejar un destello eterno en esta vida y vivir cada instante como si fuese el último. No importa dónde agarres mi mano, si en la antigua Atenas o en la vieja Habana, no me importa cuántas veces te hayas caído sino cuantas veces te has levantado con más ilusión que antes, no me importa que te equivoques porque yo también me equivoqué, yo también viví ahí abajo donde nadie te oye, donde nadie se compadece por ti y donde nadie regala nada, porque cuando sales de abajo sales tú… no hay ningún aplauso, ningún abrazo ni ningún guiño cómplice… Solamente hay otro camino, otro camino que se abre y que debes de empezar a caminar sin mirar atrás, sin pararte a descansar ni a celebrar que estás viva.
Que no te importe nada más que ser feliz, de la manera que consideres más justa y necesaria, nada te va llegar porque ya va siendo hora, te llegará porque tú seas la que crees las situaciones para ello, corrígete, equivócate, llora, ríe y aprende, no dejes nunca de aprender, no pierdas la ilusión por intentar sacar la mejor versión de ti misma constantemente, vive de la forma en la que no querrías morirte jamás y estarás en el punto correcto, tu brújula interior marcará el norte y los planetas se alinearán para bajarte mil besos cada madrugada, para dejar al lado de tu corazón aquella estrella que tanto necesitas.