La primavera más bonita

Su corazón se estremecía por cada suspiro de amor que salía de la boca de aquella niña, sentía que esta vez su corazón había dado un giro de 360 grados y le había mostrado la cara más bella de la vida, la felicidad que sólo dura instantes pero parece tan infinita en sus brazos, de abrazarse a ella y no pensar en nada más, en un refugio sublime donde las nubes del atardecer sienten su melodía sobre las olas y vuelvan a bailar en un vaivén que acurruque sus sueños y los haga los más dulces y bonitos del mundo…como sus ojos.

La vida le enseñaba un nuevo rumbo, alegre y lleno de cometas, las noches tenían mas estrellas, para que juntos no pararan de contarlas, para que hubiese más de las que ellos fueran capaces de contabilizar…para no separarlos jamás.

Fueron tantos los momentos vividos juntos descalzos sobre esa cálida arena que no los quemaba, por su amor tan llameante sólo los abrigaba, había luchado a muerte por este amor en el frío invierno, y no iba a consentir que se le escapara lo que tanto anhelaba, porque sabía que en el fondo de su corazón, podía hacerlo estremecer tanto como a él, de desear sólo sus besos, sólo sus caricias, sus miradas, sus tequieros…su corazón eterno por siempre.

Bastante el tonto habíamos echo ambos en tiempos anteriores, ambos sabíamos que esto si era real, que tantas promesas que no cumplimos antes, lo harían ahora, porque atrás quedó el frío invierno, ahora nos esperaba una primavera de amor…un verano de pasión…y toda una vida por delante para querernos.

Deja un comentario