La vida eterna

Me alimento de la misma llama que brota por mis venas…y por la que gracias a ella existo, habitando en un sub-mundo donde la intensa niebla hiela intensa el corazón…donde cuchillos desafiantes derraman el sonido mas escalofriante de la madrugada…donde no hay nada, solo la existencia de mi ser…el vacío de mi estruendo, y el hambre por devorar almas.

Desde el mundo inmortal renazco a la vida de los mortales, para llevarte de una vez por todas, para vivir contigo la vida eterna de los pocos osados en este tumulario de almas y respuestas sin preguntas…te arrancaré de tus entrañas ese crucifijo de amores pasados que llevas aún…no podría soportar que amaras a otro mortal…y tu respuesta se me convierte más que en un crucifijo…en una encrucijada.

La claridad de aquellos lindos ojos es la única que no me mata, sino que me alumbra el camino para llevarte hasta el infinito, hasta las primaveras eternas, donde jamás naciera sol…solos tu y yo con no mas alumbre que la luna…y tus ojos. Solo por tí volveré a salir de madrugada, a oler y a buscar tu sangre…que es la única que me envenena el corazón…la única sangre que no quiero consumir…sino que quiero tenerla eternamente junto amí…para que junto con la tuya y la mía…un sueño eterno vivamos de pasión y deseo.

Por eso hoy, princesa de mis atardeceres, no quiero escuchar tus escusas que me hierven como las primeras gotas de rocío que empiezan a clarear sobre los charcos de agua clara…hoy quiero que te vuelvas inmortal junto amí…te pido la mano por carnavales…y ahora el corazón se me encoje al ver tu mirada…no porque sea un vampiro…sino porque también he sido un hombre.

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