La vida

sonrisa

La vida, aquel limbo efímero por el que nuestras vidas transitan con el valor que queramos darle, un juego de azar en el que siempre gana la muerte y en la que luchamos desde el minuto 1 por encontrar la felicidad, la vida…o un algoritmo de secuencias desnudas, de crípticos mensajes o de sencilleces en los más ínfimos detalles.

Así es esto que hace sentirnos libres y esclavos, reyes y mendigos…y en ella un rastro de cometas, de todos nosotros, de todos nuestros momentos grabados en un cielo azul, en cualquier nube blanca o en cualquier rasguño de esos viejos cafés. Una estrella fugaz que se va apagando a su paso o que corta su trayectoria inesperadamente…la vida.

Y en ella estamos sin saber porqué, pero estamos y tenemos que aprender a vivirla antes de que se nos agote el tiempo, ante de que nuestra función acabe y las cortinas se echen, es nuestro instante y hay que saborearlo, pelearlo, sufrirlo y tenerlo en tu puño, ver cómo late, ver como revienta de ganas de comerse tu alma, como revienta de ganas de comerse la tierra.

Aquella que nos acaricia el pelo mientras soñamos un futuro, aquella que todas las noches se sienta a nuestro rincón favorito y se enciende un cigarro, le dá un trago a nuestro vaso de media noche y te quita el marcapáginas del capítulo siguiente, aquel que te imaginas cuando te acuestas, y cuando te levantas es completamente distinto. Porque la vida se empeña en que cada día sea una aventura en la que los más aventureros la disfrutarán y la contarán, y los que hayan estado desde la barrera y no hayan vivido y sentido simplemente aplaudirán, por eso no es más sabio el que es más viejo, sino el que más vive.

Es una libertina que no paga en los bares, y siempre te dejará una lección de todo lo que hagas, de cada golpe, de cada beso, de cada mirada, de cada gesto que recibas, y solo tú debes interpretarlos de la forma que más conveniente veas, de la forma que más te guste, porque al fin y al cabo, tu vida es tu libro, y tu libro lo escribes tú…y nadie más.

Desconozco si sólo se vive una vez, pero yo voy a vivirla al máximo, por si no hay otra más.

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