Almacenaba en su memoria mil y un instantes que había disfrutado en esta vida, mil y una sensaciones que habían hecho su corazón estremecerse para bien o para mal en lo más infinito, pero para recelo de algunos buscaba más.
Tantísimos fueron los regazos fugaces que apenas quedó tiempo para saborear el postre en la mesa, también de sobra supo que fueron tan fuertes los zarpazos a sus constantes vitales que tardó meses en lamer sus heridas.
Pero todo aquello no le asustaba, para él era más grande levantarse de un golpe y seguir luchando, que permanecer agazapado entre el matorral tantísimo tiempo, con el miedo a salir, con el miedo a recibir la más severa ráfaga de desamor a quemarropa, y sin chaleco antibalas…
Iluso, incrédulo…e incluso loco, se aventuraron a adjetivizarlo algunos, él simplemente reía, de todas aquellos que quisieron tumbarle con sus comentarios, porque supo desde el primer día de sus líneas que sus versos no irían únicamente para su gente, sino para todos, para el que nos sigue y para el que nos persigue, que también es una forma romántica de seguirnos.
Porque siempre fué un caótico, como las lineas de su blog que decidió buscar en el amor el más dificil todavía, pese a que ya no creía en él, la contradicción más pura y a la vez más bohemia, sin dejar de pensar que sería igual de dificil que atrapar el color de una mariposa, o que dejar que cualquier mirada de mujer se introdujese en su alma, para invitarla a los venenos de mi sangre y juntos dancemos al son de la alegría de nuestros corazones, de volar libres con cualquier abrazo…
De saber que pese a no ser libres, nuestras voces siempre retumbarán en las conciencias de los que sólamente creyeron en tristes minutos de cariño sin dinero, en los que no respetaron la belleza más pura, a los que no entendieron, que cambiaría cualquier roce de mi piel desinteresado por una sonrisa, por unas palabras sinceras…
Porque hay veces, que puede llegar a sentirse una silueta de mujer muchísimo más allá del amor, que ya es continente….