Duros golpes le marcaba la vida en su joven rostro, uno tras otro intentándole dejar inconsciente…pero se levantaba con más ahínco, pero veía como los golpes le seguían llegándo igual de monótonos…incluso más fuertes.
El consuelo de los besos se hacía escaso, se sentía como un desamparado ante la gran lluvia inminente, y sin ningún techo que le cubriera, solo ante el peligro en el camino de la vida. Se preguntaba a veces si luchaba en el camino equivocado, o quizás no apretara los dientes lo suficiente para morder el sol.
Los truenos comenzaban a retumbar sobre la colina, se puso en pie y dubitativo esbozó su último aliento, antes de pensar si correr o luchar.