¿Qué quieres ser hoy?

Rompió la vida de un grito, aquel que quiso alzar la victoria en cada castillo de arena, aquellos que tanto vieron derrumbarse ante la marea de tus orillas, tan pequeño y tan diminuto ante el mar, era tan gigante el horizonte que no cabía en su corazón, era tan inmensa la arena que no cabía en sus bolsillos para construir otros castillos…para que no se los llevase la marea…

Aunque quizás lloró tanto como para derrumbar muchos de ellos, decidió seguir su camino, auparse en cualquier nube y seguir soñando que algún día todo sería diferente, aunque pensó que cuantísimas veces nos lamentamos en la vida y cuan pocas hemos luchado por cambiarlas, simplemente sentarnos…y llorar.

A veces no todo es cuestión de destino…hay días que toca ser mar…o incluso horizonte, y supo que ese era el día.

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