La primavera nunca se marchitaba sobre tu pelo rizado al viento…las amapolas de la estación calida no migraban buscando otros horizontes, se quedaban junto atí, coloreando arcoiris infinitos en la mas profunda belleza eterna de aquellos osados días.
Un vendabal de lunas y noches de estrellas iluminaban tus lindos ojos…tan preciosos para quedarme eterno clavado junto a ellos, para poder morir lentamente en la mas profunda dulzura, sin importarme nada, nadie… Una sola caricia de tus manos serviría para bombear mi corazón para la eternidad, no te pediría más que tu única presencia, sin más.
Aquella a la que le cantaba al oido, en los atardeceres de nuestra playa, con el que compartimos ilusiones rompiendo las barreras de la realidad, en nuestra nube de colores…en nuestra locura enamorada. Bañándote en mis cálidas aguas de pasión, para que con el vaivén de mi oleaje pueda mecerte a mi antojo en la canción de cuna más hermosa…no es una niña cualquiera, no es cualquiera la mas wapa.
Cumpliría diez mil condenas, antes de ser desterrado sin verte, sin abrazarte y tenerte…pero como no podré mirar esa linda boca, sin desearla de una manera loca…, sin vivir de rodillas, muriendo en pié, revolucionaré tu alma para que nuestros corazones puedan vivir la libertad de estar unidos con una simple mirada.
La locura de ambos permanece oculta, deseando ser destapada…no me iré de esta vida sin besarte.