Quiero regalaros algo

Un silencio sepulcral…una antesala a una explosión de letras que conforme se unen al unísono pueden causar un sentimiento, así es como me siento cada vez que abro mi blog, selecciono un tema nuevo y ante mí, dos mensajes intermitentes, un pequeño recuadro a nombre ‘título’ y un inmenso cuadro en blanco.

Ahí es cuando el corazón se para por unos instantes, mi cabeza se vuelve una ráfaga de imágenes y de sensaciones, y ahí es cuando pienso en tí, en ese momento en el que noto como mi corazón comienza a palpitar deprisa diciéndome ‘ahora’, y es en ese momento en el que todo sale solo, es como dar un paseo por mi imaginación, visitando la melancolía, la burla, la ironía, la reina felicidad, la decepción, el ahínco, el amor, la lucha, las ganas de vivir, las ganas de ofrecerte cada relato lo más bonito posible, pero simplemente como yo lo veo…como habla mi corazón.

Y me encanta leeros y escucharos también, porque me encanta conversar con el corazón, abrir mi mente hasta el infinito y disfrutar del momento, hablando de todo y de nada, viajando juntos allí donde se crearon mares y océanos porque acababa la tierra, por eso tal vez os he animado a ello, porque no hay mejor forma de conocer a una persona que hablando con el corazón, sin relojes, sin lugares…simplemente dos ojos frente a frente… a corazón abierto sin temer a nada ni nadie.

Y por ellas, benditas las madrugadas canallas que vieron como llené de letras cualquier recuadro vacío, aquellos momentos en los que volqué mi vida en un par de versos, a veces tan difíciles de entender pero en cada palabra, en cada golpe de mi voz, siempre siempre a ido toda mi vida. Aquellas noches en las que únicamente decidí pasear, con mi melancolía al hombro cual fusil, deseando de apretar mil gatillos, deseando morder cada noche que se atragantaba mientras llenaba este pequeño rincón de historias, verdaderas y falsas, divinas y crueles, bonitas y canallas, poniéndole ese veneno que me corre por las venas, aquel que quiero que sintáis, por el que quiero que os notéis la sangre fluír por los brazos más aprisa, por que aupéis vuestras alas hasta el infinito y que los envidiosos puedan ver con vuestros destellos de colores que aunque no seáis libres, sois felices…

A tantísimas personas que tuvieron su hueco en estas líneas alguna vez, a todas las que no merecieron estarlo, a tantísimas personas que se escaparon de mi vida, a tantísimas personas que leeis mis lineas, a los que me confundisteis y me llamásteis poeta alguna vez, o simplemente a aquellas personas que se cruzaron algún día en mi camino por la forma que fuere, sólamente os dejo esto, mi blog, mi continente…mi vida.

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