Si alguna vez me ves distante golpea bien fuerte mi corazón, le repetía cada noche…Porque él sabía que aquella distancia era la falta de ahínco, su corazón necesitaba una sobredosis eléctrica de pasión y era dificil vivir así, encontrándola a ráfagas…
Aquella noche me veía danzar sobre la luna con su estúpido pensamiento de que quizás la próxima vez sería su soñada, y así se dormía sin saber quizás si su destino se marcaba correcto o se estaba torciendo torpemente…los resultados darían la razón.
Vió pasar miles de rostros por su cabeza, apenas reconocía unos cuantos, y qué mas dá si ellos reconocerían el mío y sus corazones seguirían tan intertes como sus mentes. Se empalagó de tanto cinismo, de las buenas caras y las puñaladas por la espalda, de las promesas incompletas, de las mujeres que se contoneaban al son del humo vendiendo su cuerpo por un vídrio, una última mezcla de aquel líquido que le hiciera perder aún más la conciencia, tan despampanante por fuera, tan inerte por dentro…
Y bien supo diferenciar las almas vacías, se asutó, pero decidió que aquella noche lo mejor era volver a dormir, volver a soñar en su mundo y poder hacer más estrecho su continente…