Sin parada en esta estación

Era Marzo, carnavales, llovía a mares y ahí se encontraba en aquel andén, la dejó durmiendo en sus sábanas calientes y marchó rumbo al trabajo, y el destino quiso otra vez hacerle un pequeño guiño, aquella chica de su infancia se cruzó con él, y al parecer incluso vivía cerca suyo y él sin saberlo.

Ella fué su primer deseo carnal de sus prematuras primaveras, había entrado en su misma estación, parecía una una corazonada demasiado concreta, hace un tiempo ella decidió declinar una petición de volver a hablar con él, y cuando el tren se detuvo, ella estaba frente a él, esperando que se abriera aquella puerta, pese a estar posicionada dos vagones más atrás había recorrido el camino más largo para montarse…

Él la miró, ella ya estaba mirando, él en un rápido gesto bajó su mirada y entró en aquel vagón perdiéndose en el infinito, esta vez fué él, el que que declinó cualquier posible oferta del destino, y pese a creer ciegamente en que todo ocurre por algo decidió pensar aquella vez que fué una mera situación irónica, quizás el tiempo puso a cada uno en su sitio, quizás fué mera casualidad…

No sabía ni quería saber su situación sentimental, ya no importaba, ahora era muy feliz, eran otros los tiempos, eran otras las mariposas.

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