No os voy a contar nada nuevo si os digo que vivimos en una sociedad capitalista y consumista. No voy a hacer que abras los ojos o que te levantes del sillón si te digo que cada vez que tenemos algo queremos más y más o que las grandes marcas y superficies nos llenan la cabeza de necesidades absurdas, y pongo la teletienda como la punta del iceberg.
Mi reflexión de hoy va mucho más allá de eso, va en lo que se ha convertido la vida de algunos, en la pérdida instantánea de la satisfacción por conseguir un objeto material o un objetivo una vez se consigue. Aquellas ganas, aquel ahínco por trabajar duro para poder tener unas zapatillas que te gustan se esfuman rápidamente cuando Nike vuelve a sacar a las pocas semanas un nuevo modelo, o iPhone saca el 5s cuando te ha costado medio riñón hace un mes el tuyo.
Y en un análisis más profundo aún, es una pérdida total de la identidad del individuo hacia el mercado, hacia sus propios valores y señas de identidad. Hoy en día la aspiración real de un adolescente es entrar en Gran Hermano o en Gandía Shore, hacerse tatuajes, ponerse tetas, comprarse un chihahua y hacerse una foto a la ensalada que está comiendo desde un iPhone.
Evidentemente cada cual puede tener la aspiración que quiera, y sentirse completo con la mierda que quiera. Pero no hay competitividad ni originalidad en ello, solo simple y llanamente moda. ¿cuántos se tatuaron tribales en los brazos, nuca, espalda baja? ¿cuántos los veís obsoletos ahora?. Muchos sois unos auténticos veletas sin personalidad…veo constantemente a la gente quejándose de que un seguro les cuesta 30€/mes, pero se van a gastar 500€ en un chihuahua porque es el perro de moda. Los mismos que se pasan al Line por no pagar 89 céntimos/año por Whatsapp desde su teléfono de 800€.
“El ser humano es impredecible” decía un anuncio, y gilipollas añado yo también. Es el único capaz de hacer que ames cosas que odiabas antes. Ponerse un aparato o gafas era motivos de burlas en clase, ahora eres cool si no los llevas, los chihuahuas los considerabas ratas y ahora es el perro de moda. No estás de moda si tienes un american stamford o un chihuahua, lo del pastor alemán ya no se lleva.
Luego no os extrañéis si la buenorra de turno sólamente se fija en el musculitos, pensáis que qué puede ver en un cuerpo musculado y una mente vacía…lo que quizás a veces ignoréis es que la otra mente está igual de vacía o su único objetivo es conseguir sacarle un iPhone, un chihuahua o ponerse unas tetas más grandes.
Saludos impertinentes.