Y si ya no me queda dinamita para reventar todos los nidos donde yací me relameré los dedos para escupir la pólvora en cada almohada, en cada dentellada al colchón un reguero de hipótesis, para qué más grito que el de mi corazón…si late.
A la lumbre del caldo restregaré tus recuerdos en la guarnición y se lo daré a los perros sedientos de vida, para que ladren en la alcoba todos los tequieros que dí en valde, para cuando ya sea tarde y tu alacena esté vacía el único hambre que tendrás serán de besos…quizás no los recuerdes.
Agonizante, sin aliento de desplumar cigueñas me hice una alhomada con sus plumas y dormí hasta que se cerraran mis puños y el olor del alquitrán me retumbara en los bolsillos, de cuando te quise gratis.
Solo sin nadie, solo con todos…en una función estúpida de titiriteros donde no quiero ser protagonista, quizás me lo exiga el guión, quizás lo soñé alguna vez, quizás vomité tantos sueños que me quedé sin voz…vacío, me sentí más cómodo siendo el propio autor de la obra, con mis protagonistas, con mi continente…
Como un refresco sin gas, insípido, tórrido, así veo los pocos días que tocan, sé que llegarán pasos largos, ahora toca darlos cortos, en una pecera donde toca vivir…algún día seremos piraña…sueñen.