Torcer caminos

A veces, no es necesario el camino de la amistad, para tomar un sendero tranquilo y sosegado, quizás para mi aquello resulte muy monótono y busque siempre sensaciones nuevas, caminos distintos, diferentes incógnitas que descifrar…, normalmente no me gusta tomar siempre el mismo camino que toman mis amigos/as, no me gusta encasillarme en ninguna pandilla, y hacer lo que se diga de forma ¿democrática? en ella.

Prefiero burlar a la suerte, estar con todos/as los que pueda estar, sin dejar de lado a nadie, por el simple echo de ser «amigo de…», prefiero muchas veces torcer el camino hacia la soledad, que en buena dosis y bien suministrada, incluso es buena…desenchufar la máquina y viajar hasta aquel mundo de ilusiones onduladas, donde nada es recto, nada está trazado estríctamente, no cabe lugar la medida, el tiempo, el reglamento, las prioridades…sólo vivir, sólo disfrutar, sólo sentir…

Mirada perdida hacia ninguna parte, rehuyendo miradas…anhelando otras futuras, sintiendo como traquetea mi cansado corazón…cansado de sentir, de buscar razones en los huecos más oscuros, de patear luces para acariciar tu pelo en la penumbra…y poder desencajarme cuando me penetren tus ojos marrones a la luz de un candil. Lugares recónditos donde sólamente mi imaginación puede llegar, en el único lugar donde puedo apreciar lo bonito de mi existencia…

Sólo en ese lugar, donde puedo llegar a querer hasta el infinito…donde mi ilusión y mi alma, dejan atrás a mi corazón…en ese instante de locura…no lo necesito.

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