Se sumía en un profundo estado de caos que amenazaba todas sus acciones, como aquel travieso niño que espera que construyas tu pirámide de naipes para destrozártela de un soplido…[cabrón].
Sólo en ella podía encontrar el narcótico suficiente para ese veneno, no sabía si lo que la sensación de sus besos le producía era su cura, o quizás más veneno estaba entrándole por sus venas…pero no se daba cuenta…[palos de ciego].
El decidió que quizás hubiera que cambiar de actitud, habría que dar un margen indiferente a la vida, y dejarlo estar…hemos sido dos almas libres sin dueño durante mucho tiempo y incluso nuestros corazones han pedido prórrogas y tiempos muertos…pero no con descansos, simplemente es amar diferente, porque somos diferentes, porque somos dos rebeldes con causa que supimos ver en la niebla más densa que nuestros destinos estaban unidos, no sabemos por cuanto…tampoco nos interesó jamás mirar el calendario.