Caminaba sin rumbo fijo, buscando quizás alguna nueva experiencia que me hiciera cambiar el rumbo del día, no me apetecía girar en el mismo sentido del mundo, una vez más, sería aquel peregrino rebelde de caminos y sendas prohibidas, un provocador de verso…un don-nadie en un mundo de realidad.
– [Cantando]
Entonaba una canción triste…apenas levantaba la vista del suelo, sentía como un sinfín de miradas ponían su punto de mira en mí…apenas me importaba, sentía como la monotonía se apoderaba de mí…necesitaba un punto de inflexión, una mirada a la que clavarle la vista y desafiarla…buscaba emoción.
– [Pero no tus ojos]
La guerra contigo había acabado, ya no deseaba más miradas de deseo, ni más besos…mientes mientras besas…escupes a mi corazón, no regalas promesas…nunca dices adiós, me importa una mierda los labios que quieras bordar…no es tiempo de ello, solo quiero ser tal y como fuí, tal y como me conociste…mi sonrisa gris…mis ojitos tristes.