Hoy es un día grís…he vuelto a subirme a la cuerda de la incertidumbre como si cual malabarista de tres al cuarto fuera…y soy.
La habitación se hace melancolía…me tumbo en la cama y miro al techo…tengo la sensación de que se me caerá en breve, mi corazón ya no esboza ilusiones…quizás se hayan roto con el paso del corto espacio de tiempo que permanezco a tu lado.
Sólo pido, enloquecerme de amor por una mirada de deseo y pasión tuya, anidarme desnudo en tus brazos, recorrer contigo la ciudad y darle bocados al mundo…veo que no viajamos en un mismo tren, tú te has bajado varias estaciones antes…yo continúo imaginándome que el tren es la libertad mía, que va donde quiero sin más traqueteo, sin más tontería…Anhelo unos abrazos, unos besos que no prometiste…quizás por ello esté pagando esta absurda condena. Mi corazón está caliente…el tuyo muy frío…no quiero que se me congele…por eso…lo he vaciado.