Cuatro segundos me bastaron para entender el porqué de aquello, 4 movimientos del corazón, dos de apertura, dos de clausura y un leve boom de fondo, sordo, inerte, pero que retumbaba en todo mi interior…
En apenas cuatro segundos, dos simples imágenes me hacen sentirme más vivo que nunca, tu pelo al viento creyéndose cometa, con unos ojos firmes, claros como el horizonte, con el objetivo fijado en el ángulo muerto…no se si apuntan a mis ojos…o a mi alma, solo sé que mis oídos pueden escuchar ese boom en forma de voz…’te quiero’.
Seguramente, si existe la felicidad sea en forma de compañera, en forma del rostro más divino que vieron tus ojos, un sol que reflejaría en su piel toda la envidia de sus rayos, porque sabrá que tus versos serán ahora para ella, la envidia de la luna que sabrá que todos tus cantos de cisne irá para su corazón.
Jamás sabremos si será buena o no esta locura por la que nos vemos inmersos una y otra vez, si acaso es Cádiz el que hace este veneno del amor más dulce, acaso es el brillo de la orilla de la Caleta la que sabe iluminar sus rostros en nuestros corazones…
Sea como fuere, aquello forma mis poemas, mi inspiración, y si alguna vez algo viene erróneo sólo tendré que esperar a que el vientecito de levante se lleve mis penas, hacia otro lado, para que juegue en los cordeles de cualquier azotea.