Postrado en mi cama, pienso como sería la vida si nuestros corazones no se hubieran cruzado, si nuestros ojos no se hubieran mirado de esa forma diferente, en el momento que me di cuenta, que no era una mirada cualquiera, veía las caricias desde el otro lado del prisma, cogí mi caledoscopio y empecé a ver la vida más bonita, con los últimos regazos del verano, con la venida de las gaviotas del invierno…
Solo pienso en el corto espacio de tiempo que nos ha brindado la vida, lo poco que hemos vivido y lo que aún nos queda…quizás ahora vea las olas de otra forma, pasee por la playa y no vea soledad ni un lejano horizonte, quizás mi amor sea como la arena esparcida por la playa, infinita…sublime, eterna.
Quizás la corta vida no traiga buenos augurios, lo mismo otros labios calmen nuestros deseos, pero en lo mas profundo de nuestro corazón siempre quedara el recuerdo de aquella noche, de aquella mirada, donde pusimos al alba a hacer malabares.