Senda, en segunda definición por la Rae: «Procedimiento o medio para hacer o lograr algo». Esa es la definición de «La vida», siempre he pensado que nuestra existencia se debe a un algo, llamémosle deber o causa, el sitio exacto, el momento adecuado para lo que uno está dispuesto y ha llegado. Y he encontrado mi senda, siempre estuvo ahí y siempre fuí consciente de ella pero quizás nunca supe ver de que forma hacerla posible.
Hoy es el día en el que las personas echan la vista atrás y hacen un análisis de lo vivido, ponen en una balanza lo bueno y lo malo para (no siempre) tirar lo malo y se quedarse con lo bueno. Mi senda la he considerado siempre como un auténtico aprendizaje constante y diario, siempre abierto a nuevas experiencias, nuevas metas y como siempre nuevos proyectos. Este año lo quise comenzar totalmente al revés que el anterior, sin ningún protocolo de nochevieja, simplemente yo, con una nueva mentalidad y más ganas aún de afrontar lo que llegase, pero de forma completamente radical. Sin uvas ni calzoncillos rojos, con la esperanza a cuestas y las ganas de ver que deparaba mi senda. Comienzos sin sobresaltos, una continuación de Diciembre la podía denominar. Posteriormente luces y sombras, sombras del pasado en otras figuras que atenuaban y el golpe certero final.
Pienso que a partir de librarme de lo tóxico he emprendido una senda completamente distinta, con los nervios y las dudas de si hacía lo correcto emprendí un viaje de culturas, volví a reencontrarme con el Cantábrico en la mágica Galicia, atrapé la oportunidad de soñar a orillas del Bósforo, rozar las piedras de la vieja Atenas, observar a dos poetas tomando café en la bohemia Santorini, perderme por los pasillos del Palacio Ducal de Venecia…y desde la inmensidad de la otra orilla del mundo le dí vida a «Memorias de un Bar» un proyecto siempre soñado en el que abarco todo lo que me gusta y lo ofrezco a quien quiera leerme con la máxima dedicación y calidad posible. También unos meses después surgió otro proyecto, un blog de carnaval llamado «El Viejo Lavaero» que me ha ido muchísimo mejor de lo que yo esperaba jamás.
Siguen llegando proyectos, empezaré a escribir para otras páginas aparte de la mía…2014 será una versión mejorada de este año, porque no lo veo como una desconexión, sino como una prolongación, me siento con más ganas que nunca y con más ilusión de seguir escribiendo, de seguir creando proyectos, de disfrutar de los míos, porque todo se consigue si se sueña, porque todo se alcanza si te lo propones y mis sueños y mis metas no tienen ni tendrán techo jamás. He encontrado mi senda y voy a pisar fuerte hasta que todo se cumpla…y cuando todo se cumpla seguro que ya tendré en mente nuevos proyectos.
Todo esto va dedicado a tí, sé que no necesitas más detalles.