Es por tus ojos tristes por quien se rompen los hechizos a medianoche
por tus alas negras por las que un día caminamos
entre senderos y ciénagas de los cuatro vientos
No te pido más que vuelvas a escribir aquella carta
donde juraste que no te marcharías nunca
sólo quiero saber tu dirección
para enviarte las fotos de aquel reguero de sangre en la cocina
la sangre que palpitó de mi corazón cuando te fuiste
la sangre que te echa de menos
y la tinta que te anhela
con la que escribo los últimos versos que me quedan
y no es porque se me acabe el bolígrafo
es sólamente porque se me acaba la vida