La personalidad

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La personalidad marca nuestro carácter, la toma de decisiones, el rumbo…y a la vez es un espejo enorme en el que las demás personas nos ven reflejados. Una persona con personalidad puede llegar a ser un líder, un ejemplo, una persona querida, respetada y escuchada cuando habla por el resto. Sin embargo una persona cadente de personalidad no tendrá criterio alguno y su opinión apenas tendrá sentido, ya que dependerá del resto para avanzar.

A menudo veo personas con serios problemas de personalidad, son incapaces de exponer una idea sin depender del visto bueno del resto, o de exponer algo distinto a lo que se hace por el qué pensarán de él/ella. Esas personas viven con el miedo constante de no sentirse libres, de no poder elegir lo que realmente quieren…y cuando acaba el día esa sensación es frustante.

En las relaciones de pareja es el ejemplo más claro, es evidente que uno no debe ser un tirano imponiendo ideas, pero también debe de llevar la batuta en muchas situaciones, hay una línea muy pareja entre el carente de personalidad y el pagafantas, por lo general el pagafantas también es una persona con poca autoestima por lo que podríamos decir que un pagafantas es alguien sin personalidad alguna.

No tienes que decir sí a todo, tu pareja también debe de comprender que tienes unos gustos, que tienes unas inquietudes que quizás no compartas con ella, y en una relación no todo vale, no siempre hay que pasar por el aro, existe una línea, un kit-kat, un respiro entre ambos…tú espacio, el suyo.

Si te callas la gente dará por sentado que estás de acuerdo en las decisiones o en las cosas que se hacen, no te calles, expón tu argumento y razónalo, no hagas siempre lo que el rebaño o tu pareja quiera. Siéntete libre y con criterio para tener tus ratos, tu tiempo sin tu pareja es también parte de tu vida, también tienes amigos con los que pasar el tiempo, también puedes hablar o quedar con alguna amiga, sabemos que a veces eso es motivo de muchas discusiones, pero debes de tener la personalidad suficiente para encarar la situación, acuérdate cuando “peleabas” con tus padres porque te dejaran un poco más tarde…no hay nada de malo en tener amigas, tanto tú tienes que confiar en ella y ella en tí, haz ver que su forma de verla es injusta y que lo vas a hacer, si te amenaza con consecuencias mantente firme, el cabreo se le pasará.

No pretendas que vivan tu vida por tí, aprende a divertirte sin tu pareja, haz una lista con las cosas que siempre solías hacer y que ahora no haces, necesitamos cosas cotidianas en nuestras vidas (gimnasio, escuchar música, ver series, salir a correr, quedar con amigos).

En definitiva, según lo que tú marques así será el espejo en el que te vea el resto, en tí está en que te tomen como una persona de ideas o de ser un simple títere a manos de cualquiera.

Saludos impertinentes.

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