Soledad vespertina
El torbellino de tu inocencia rasgó mis vestiduras como un afilado cuchillo al anochecer, permanecí quieto, mirando al horizonte o quizás a otro mundo donde me pareciese real tu existencia, no me apetecía vestirme, solamente quedarme ahí desnudo mientras tu voz inundaba los recuerdos de aquella vieja habitación. No me paré a pensar si el … Leer más